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LAS SEMILLAS DEL CUIDADO Y LA RESTAURACIÓN EN EL CAMINO DEL COLEGIO TABORA

Texto basado en la presentación realizada el 17 de abril de 2024 por las docentes: Liliana Posada, docente básica secundaria, y Luz Myriam Saveedra, coordinadora preescolar y primaria

Elaborado con la colaboración de Laura Alejandra Rodriguez Maldonado y Alicia Canizales Jiménez

La transformación vivida en el Colegio Tabora, ubicado en la Localidad de Engativá en el Distrito Especial de Bogotá,  ha sido un proceso lleno de aprendizajes, retos y profundas reflexiones sobre el papel de la justicia restaurativa y la ética del cuidado en la vida escolar. Este viaje ha sido alimentado por las semillas sembradas durante el diplomado Cultura de Cuidado y Justicia Restaurativa en entornos escolares en 2023, liderado por Cultivar Paz, en el cual participaron Liliana Posada, Luz Myriam Saveedra y Guillermo Garzón. Según relataron Liliana y Luz Myriam, el diplomado no solo brindó nuevas perspectivas sobre la convivencia escolar, sino también herramientas para nutrir las relaciones dentro de la comunidad educativa.

A partir de estos nuevos saberes, hubo una clara conciencia sobre la necesidad de una transformación genuina en la cultura escolar. Como expresó Liliana Posada: “teníamos muchas herramientas en la mesa: el diplomado, los proyectos transversales del colegio y la dinámica del día a día. La pregunta era, ¿cómo encajarlo todo?”. Este dilema impulsó a los docentes participantes a buscar coherencia entre sus prácticas cotidianas y los principios restaurativos del diplomado, implementando los Círculos de Construcción de Comunidad1 como una estrategia clave. Estos círculos, más allá de ser un espacio de diálogo, se convirtieron en una herramienta para fortalecer las conexiones entre estudiantes y docentes. La construcción de relaciones basadas en el Cuidado fue el corazón del “plan de acción” que los docentes propusieron como resultado final del Diplomado. El objetivo del plan era llevar al Colegio Tabora a construir un ambiente donde las relaciones se cultivan y florecen.

El equipo 

El apoyo de la rectora, Sandra Albarracín, fue decisivo para que esta siembra del cuidado se diera, así como el liderazgo de los coordinadores Luz Myriam y Guillermo Garzón y la docente Liliana Posada. Gracias a su visión y compromiso, la implementación de los Círculos de Construcción de Comunidad se viene formalizando en todo el colegio, desde preescolar hasta grado 11, logrando un alcance que tocó a cada uno de los estudiantes. Esta institucionalización permitió que la metodología se enraizara en las direcciones de curso, convirtiendo los Círculos de Construcción de Comunidad en una herramienta fundamental para la convivencia.

 

Los Círculos de Construcción de comunidad.

“Los niños siempre van a querer los círculos”, comentó Liliana Posada, reconociendo la disposición constante de los estudiantes. En su voz se refleja el mayor fruto de este proceso: ellos, con su inocencia y honestidad, han sido los principales promotores del cambio, mostrándonos que las semillas del diálogo germinan más rápido cuando se cuidan con sinceridad. “Uno pregunta, ¿quieren que continuemos? Y ellos dijeron: sí. Incluso los que nunca hablan quieren que siga, y eso es un indicador de que el espacio tiene acogida. Lo necesitan, y cuando no lo hacemos, me preguntan: ¿cuándo lo volvemos a hacer?”, relata Liliana.

Este proceso ha permitido conversaciones profundas y auténticas entre los estudiantes, generando un ambiente de confianza y respeto. Los Círculos de Construcción de Comunidad se han convertido en un espacio seguro, donde los niños pueden “compartir secretos sin miedo” y sus voces son escuchadas. Estos momentos han revelado la importancia de crear espacios para que las emociones fluyan y el cuidado mutuo sea el eje de las interacciones.

No obstante, el camino ha tenido desafíos. La estructura física de los salones y las dinámicas cotidianas han sido una barrera que el equipo ha superado. Como bien señaló Liliana, “el lugar es un espacio desgastado… tuvimos que barrer en varios salones porque cuando mueves las sillas y hay basura, mugre… ya la cosa no funciona”. A pesar de estos obstáculos, el compromiso del equipo docente ha sido esencial para garantizar que los círculos continúen.

La imagen de las sillas dispuestas en círculo no es solo una organización física, representa la intención de crear un espacio de diálogo y conexión. Los estudiantes siempre muestran apertura y disposición; para ellos, los Círculos de Construcción de Comunidad representan un lugar seguro donde pueden compartir sus emociones sin temor. Sin embargo, no basta con esa disposición: es necesario garantizar una estructura que acompañe ese compromiso, donde el respeto mutuo sea el eje del cambio.

Si bien el entusiasmo de los estudiantes ha sido un motor constante, implementar estas prácticas restaurativas con los adultos ha sido más complicado. Luz Myriam lo expresa claramente: “con los niños ha sido excelente, pero con los adultos se complica… es muy difícil que acepten sus fallas o que logren desarmarse y de verdad hablar desde el corazón”. Aun así, el equipo docente sigue trabajando para crear espacios de diálogo también entre los adultos, convencidos de que la coherencia entre palabras y acciones es clave para que este proceso continúe.

Los Círculos de Construcción de Comunidad (RJEd©), se enfocan en construir y fortalecer las relaciones dentro de la comunidad escolar.

La sistematización del proceso.

A medida que el Colegio Tabora transita este camino, los Círculos de Construcción de Comunidad han comenzado a transformar el entorno escolar en un espacio más humano y restaurativo. Como parte de este viaje, el colegio ha implementado un registro detallado de cada círculo, permitiendo hacer un seguimiento del progreso y los retos que surgen. Este proceso de sistematización ha evidenciado cómo, a través del diálogo y el cuidado mutuo, los estudiantes han crecido emocionalmente, aprendiendo a regular sus emociones, empatizar con sus compañeros y expresarse desde el respeto hacia el otro.

Una demostración del gran compromiso de los docentes es el proceso de registro que como base para la sistematización se elabora al finalizar cada círculo. En efecto, los docentes entregan un registro a coordinación, incluyendo una descripción del curso, las reflexiones de los estudiantes y los temas propuestos para futuros círculos. Este registro ha sido fundamental para comprender las dinámicas y necesidades de cada grupo. En este acto de sistematizar, de mirar con detalle cada interacción, se siembran las semillas del cuidado y la restauración que guían el camino de la comunidad educativa.

Con una mirada hacia el futuro, el Colegio Tabora se ha propuesto articular los Círculos de Construcción de Comunidad dentro de un programa más amplio llamado PRIMED. Este enfoque promueve la formación del carácter y el clima escolar, fortaleciendo las relaciones entre todos los miembros de la comunidad y asegurando que los valores de respeto, empatía y diálogo se integren de manera coherente en la experiencia educativa.

Este proceso de sistematización no es solo un registro de datos, es un testimonio vivo del impacto transformador que los círculos han tenido en la comunidad. El Colegio Tabora ha demostrado que cuando se cultiva el diálogo y el respeto, las raíces del cuidado pueden transformar el ambiente escolar. Este viaje, aunque lleno de desafíos, ha dejado una huella imborrable en la institución, mostrando que el cuidado no solo es una responsabilidad, sino una práctica diaria que puede transformar el futuro de los estudiantes y la comunidad educativa. La tranquilidad del invierno, la alternancia de las cuatro estaciones y el paso del tiempo.

Esquema del modelo de sistematización diseñado e implementado por el equipo docente del colegio Tabora


Una demostración del gran compromiso de los docentes es el proceso de registro que como base para la sistematización se elabora al finalizar cada círculo. En efecto, los docentes entregan un registro a coordinación, incluyendo una descripción del curso, las reflexiones de los estudiantes y los temas propuestos para futuros círculos. Este registro ha sido fundamental para comprender las dinámicas y necesidades de cada grupo. En este acto de sistematizar, de mirar con detalle cada interacción, se siembran las semillas del cuidado y la restauración que guían el camino de la comunidad educativa.

Con una mirada hacia el futuro, el Colegio Tabora se ha propuesto articular los Círculos de Construcción de Comunidad dentro de un programa más amplio llamado PRIMED. Este enfoque promueve la formación del carácter y el clima escolar, fortaleciendo las relaciones entre todos los miembros de la comunidad y asegurando que los valores de respeto, empatía y diálogo se integren de manera coherente en la experiencia educativa.

Este proceso de sistematización no es solo un registro de datos, es un testimonio vivo del impacto transformador que los círculos han tenido en la comunidad. El Colegio Tabora ha demostrado que cuando se cultiva el diálogo y el respeto, las raíces del cuidado pueden transformar el ambiente escolar. Este viaje, aunque lleno de desafíos, ha dejado una huella imborrable en la institución, mostrando que el cuidado no solo es una responsabilidad, sino una práctica diaria que puede transformar el futuro de los estudiantes y la comunidad educativa.

PRIMED: Es un proceso de formación y acompañamiento personalizado dirigido a los equipos directivos de los colegios, con el objetivo de integrar y fortalecer la educación socioemocional en sus instituciones. Esta herramienta, desarrollada por líderes mundiales en educación, se basa en seis principios fundamentales:

Priorización, Relaciones, Motivación intrínseca, Modelamiento, Empoderamiento y Pedagogía del desarrollo.
A través de PRIMED, se busca crear un entorno educativo que promueva el bienestar emocional de todos los miembros de la comunidad escolar, facilitando así un aprendizaje más significativo y conectado.

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